domingo, 3 de enero de 2016

"Una aventura con el Oso Roso" (por Clara Alonso)

Ficha técnica:

Autor: Maurice Pledger

Ilustrador: Maurice Pledger
Editorial: SM, Madrid
Año: 1995

Resumen:
Este cuento narra la historia de Roso, un osezno que se despierta después de hibernar y descubre un olor a miel muy apetitoso. Entonces, comienza a buscar en los troncos, en agujeros, en las flores… pero lo único que encuentra son otros animales que se unen a él y le ayudan a buscar la miel. Los animales que se juntan son una ardilla, un mapache, una lechuza, una perdiz, un zorro y un conejo.

Finalmente, todos se ponen a pensar cerca de una valla y se dan cuenta de que una abeja vuela hacia su panal y por fin encuentran la miel.

Opinión personal:
Este libro me parece muy interesante para trabajar en el aula con diferentes edades gracias a todas sus posibilidades. Tiene un formato interactivo, ya que cada vez que el oso Roso busca la miel, el lector debe levantar una solapa para averiguar lo que se encuentra. Así, el cuento puede resultar muy atractivo tanto para los niños pequeños que descubren lo que hay tras cada ventana, como para los más mayores, que pueden leer la historia por ellos mismos e ir descubriendo los diferentes animales a la vez.


El texto no es muy abundante en el cuento pero tiene un tamaño grande para que los niños lo lean bien. Además, se utiliza un vocabulario a veces bastante complejo, como por ejemplo “osera”, “cloqueó”… Esto permite trabajar muchos conceptos y temas, sobre todo el de los animales, sus ruidos y dónde vive cada uno. También hay repeticiones cada vez que el oso encuentra un nuevo animal (“y fueron juntos a echar un vistazo”), y el diálogo ocupa gran parte de la historia.


Las ilustraciones son bastante realistas y tienen perspectiva y profundidad. Además, aparecen otros animales que no se mencionan en las páginas, como las mariposas, el pájaro, o la paloma. Un pequeño detalle que pasa desapercibido para nosotros pero no para los niños, es la abeja que aparece en cada solapa que hay que levantar. Así, la abeja acompaña toda la historia y sirve de guía para saber dónde hay que buscar la miel.

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